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El icónico Koenigsegg One:1 fue el primer automóvil de producción homologado en el mundo con una relación peso-potencia de 1:1, el "ratio soñado" que antes se consideraba imposible en un coche deportivo legal para carretera. De ahí su nombre, One:1. Y con un megavatio de potencia, también fue el primer megacoche de producción en el mundo. Las especificaciones sin precedentes del One:1 elevaron las expectativas de rendimiento a nuevas alturas. Presentaba soluciones innovadoras que mejoraban el desempeño en pista y la velocidad máxima, sin dejar de lado la usabilidad diaria y su impresionante diseño. Regreso

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